lunes, 7 de febrero de 2011

Ruta del vino (5 y 6)

Tristemente, todo lo bueno tiene un final, que al final siempre llega, pero bueno.

5º día. Salimos por la mañanita (tampoco muy temprano, no vamos a estar sufriendo tontamente) y fuimos a un pueblecito de al lado de Colmar que se llama Eguisheim. Pueblo pequeñito y encantador. Tenía como dos calles circulares que delimitaban el centro del pueblo, y es en esas calles donde estaban las casas más bonitas. Luego en el centro habían restos de un castillo del siglo VIII, una iglesia, patios del año del catapún, más callecitas, sitios para degustar vino, etc. Por cierto, aquí volvimos a degustar y comprar vino. Aquí el vino más típico es el blanco, y lo hay en muchas variedades, como afrutado o seco. Luego en menos cantidad, estaría el rosado, y el tinto es poco común. Vamos, esa es la conclusión a la que he llegado (y lo que me confirmó ayer un natural de Francia). Bueno, os dejo con fotitos de Eguisheim.



Dios mío, dame vida para mucho tiempo, amor de cuando en cuando, curro no muy a menudo, pero el vino de la Alsacia dámelo siempre.
 
Tras Eguisheim llegamos a Guebwiller. La chica de la oficina de turismo fue la más simpática y apasionada de toda la gente de turismo que vimos. Pero Guebwiller no tiene gran cosa. Después de tanto pueblo bonito, el listón lo teníamos un poco alto, y era difícil sorprendernos, aunque evidentemente, no estaba mal.


La chica de turismo también nos dijo que vieramos Soultz, un pueblo vecino. Teníamos poco tiempo, así que aparcamos al lado de la iglesia. No había aparcamientos libres, era muy extraño. Así que tímidamente abrí la puerta, y al asomarme vi que había un entierro. Miré para atrás y vi que estaban aparcados dos coches fúnebres en la puerta. ¡Punto para Andrés!
Seguimos la ruta, hasta llegar al pueblo más al sur de la ruta del vino de Alsacia, Thann. Bonito y coqueto pueblo, con una cosa muy interesante que ahora os cuento.



Esto es una cosa curiosa que vimos de camino a Thann. No supimos de qué se trataba, pero supongo que tendrá que ver con la II Guerra Mundial.



Un poquito más de historia para el cuerpo. Lo más curioso de este pueblo son las ruínas de un castillo, el castillo de Engelbourg, construído a principios del siglo XIII. Este castillo perdió su importancia estratégica en el siglo XVII y es Louis XIV quien ordena demolerlo en 1673. Esto se lo encarga a unos mineros, que no consiguen demolerlo hasta la tercera tentativa, y es entonces cuando una parte de la torre se quedó de la manera que vais a ver. A esto se le llama l'Oeil de la Sorcière (el ojo de la bruja). Por cierto, para ver la piedrecita había que subir una montañita, que nosotros la subimos en tiempo récord. Lo nuestro nos costó.


Dibujo del castillo antes de su demolición.



Y esto es todo sobre la ruta de los vinos de la Alsacia. Se lo recomiendo a cualquiera. Algo más que descubrir.

Esa noche fuimos a Mulhouse, y nos quedamos en un hotel que daba gusto. Mulhouse es una ciudad que está cerca de Besançon, de tamaño más o menos el de Besançon, que tiene sus cositas bonitas, pero tampoco sin pasarse. El día que estuvimos, en la plaza principal donde se encuentra la catedral, había un tinglado formado porque había un plató de televisión de un canal público francés. Habían curiosillos, incluídos nosotros, que pasaban un momentillo allí a ver qué se cocía.







Por cierto, mañana, el Beckenbauer de Molina retomará los entrenamientos...

¡A cuidarse se ha dicho!
Un abracete

7 comentarios:

  1. Buenos vinos le traía yo a mi padre de aquella zona cuando iba de intercmabio... cómo te lo montas zorrona.

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  2. Te noto a cada paso más y más de un sensiblón que me está empezando a preocupar...no quiero hacer sangre pero....ya me entiendes jajajaj

    Un abrazo!

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  3. Está bueno el vinito, Jose. Y vaaaamos que si me lo monto bien ;)

    Chiqui...no dudes de mí por dios! Aunque si quieres, esta feria que viene, puedo hacer una excepción...si tú quieres, vamos...

    Un abrazo y gracias por comentar!

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  4. Creo que la palabra que está buscando chiqui es algo así como... esclusa?? Ah no.. Era... La tengo en la punta de la lengua... y la palabra también!! Jajajaj

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  5. Aaaayy Joel... Que el rencor no es bueno! jeje. Y tú no le hagas caso al Chiquitín, que ya sabes que el pobrecillo no da para más.

    Un abrazo!

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  6. Ole ahi mi primo!!!
    Es lo que le pasa a los del pueblo de Albacete, que "llegan hasta donde llegan" jajajaja :D
    Joel! no pongas marranerias en el blog de mi primo!! si es que la cabra tira al monte...

    Primico! hoy te quiero un poco jajajaja
    MUCHOS BESICOSS

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  7. Mira que eres, Laura...jeje. A ti lo único que te gusta es que yo haga sangre!
    Un besote

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