sábado, 29 de enero de 2011

Ruta del vino (2)

Muy buenas señoras y señores. Aquí seguimos, recorriendo estas tierras llenas de viñedos. Salimos temprano esta mañana del hotel, con la idea de subir a un montecito que hay al lado de Obernai, Mont Sainte Odile, desde el cual hay unas vistas espectaculares de la llanura de la Alsacia, cuya frontera con Alemania está marcada por el río Rhin. Íbamos con ilusión, porque según los chicos de Météo France iba a hacer un solazo, pero no, resulta que no. Toooodo el día nublado. Y con qué nubes!
Pero bueno, nosotros seguimos a lo nuestro y cambiamos un poco los planes. Seguimos para abajo y visitamos un pueblecito muy mono que se llama Barr. Básicamente es como todos, aunque hay dos cosas que me llamaron mucho la atención. Un señor, tenía un mini establecimiento que era de entrada libre y gratuíta, en la que simplemente tenía 2 maquetas de trenes súper grandes! Ése es mi sueño!! Inexplicablemente, no tenemos fotos de eso. La otra cosa, digamos curiosa, es que hemos visto una casa con mazorcas de maíz colgando, con vete tú a saber qué finalidad.

La Alsacia es una región que ha pertenecido a lo largo de la historia a Alemania y  Francia. Eso se nota en los nombres de los pueblecitos que íbamos pasando con el coche. Ottrott, Heiligenstein, Mittelbergheim, Eichhoffen, Itterswiller, Nothalten, Dambach-la-ville, Dieffenthal (aquí estamos durmiendo ahora entre viñedos), etc.

Todo lo que veis son viñedos. Sé que estaría mejor la vista con todo verde, pero es lo que hay en esta época del año. Luego fuimos hasta Châtenois, donde comimos y probamos por primera vez el vino alsaciano. Pueblecito pequeño, con encanto, rodeado de viñedos. Vamos, más de lo mismo, pero sin perder la gracia, y con algo distinto.

Luego hemos ido al Château du Haut-Koenigsbourg, que es un castillo del siglo XV, XVI, pero reformado en el 1900. Es de los mejores castillos en los que he estado y es una lástima que estuviera todo nublado, porque había vistas espectaculares para todos los sitios.
Para terminar la tarde y cenar hemos dado una vueltecita por un pueblecito de al lado de la ruta del vino, Sélestat. Nada fuera de lo habitual de esta zona. El pueblo es algo más grande que el resto, y tenía dos iglesias grandes y bonitas. Como es normal aquí, a las 6 estábamos buscando una cafetería para sentarnos y tomarnos un café y no la hemos encontrado. Cerraban todas a las 5 y media. Y es que aquí, la vida acaba a las 18 y hasta las 9 no empieza otra vez el día. Es lo que tiene el frío.


Espero que por la mañana haga buen día, porque creo que desde el balcón de la habitación (sí sí, tenemos un balconcito muy mono) hay vistas a un montonazo de viñedos. Mañana os pondré fotitos.

Un abrazo gandules! Comentad!!

2 comentarios:

  1. En Haut-Koenigsbourg estuvimos los del Táder en uno de los intercambio de hace 6 o 7 años, pedazo castillo.

    Como curiosidad de aquello recuerdo que el castillo tenía el tonel más grande de la Alsacia, lo visteis?
    También me acuerdo de los cañones que había dentro de una de las torres.

    Tráete una cajica de bergamottes de Nancy si te acuerdas.
    Qué envidia me das cerdo.

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  2. El castillo es la hostia, y sí, vimos el tonelaco. Ponía que era de 8000 litros.
    Por Nancy no pasamos, aunque si puedo, iré antes de volver a Molina.
    À plus!

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